Tenéis la primera parte de nuestra campaña aquí.
En esta ocasión, haciendole caso a la encuesta sobre los actualplay, he eliminado mucho contenido trivial y he intentado hacer un texto rápido y directo, intentando captar las sensaciones de la partida. Al final me ha quedado otro buen texto... en fin. Agradezco cualquier comentario de la reseña.
Wallace disfrutaba de un permiso del círculo a punto de expiar. Además había descubierto aptitudes mágicas en la joven hija del arl de Stenhold, y tenía intención de poner al círculo al corriente de esto. Xavier y Davies decidieron acompañarlo, ambos errantes en un mundo en el que no encuentran su lugar. Cuando partieron dejaron allí a una posible aliada, Alenka, una joven que ofreció un colgante a Wallace antes de salir corriendo avergonzada y un Arl nada contento con la intención de este de hablar al círculo de su hija.
En el camino encontraron una carreta donde dos Enanos (a los que pudieron comprar varias pócimas de salud) les afirmaron que se dirigían a un pueblo cercano, muy cerca del bosque de Brecilia. El placer de la compañía y la sensación de seguridad con un grupo ampliado fue suficiente para que los héroes decidieran dar un pequeño rodeo pasando por el pueblo de Vintiver. Antes de llegar, la noche había caido, y a la lejanía veían una granja donde podrían pasar la noche. Una extraña sensación de peligro recorrió sus cuerpos y escucharon ruidos entre las cosechas (de uva, Vintiver es famoso por su vino). Davies se adelantó, espada y escudo preparados, pero en lugar de enemigos encontró dos cuerpos de aldeanos, muertos, con terribles heridas de algún tipo de garra. Mas adelante, entre la casa y el granero, encontraron varios cuerpos más con las mismas heridas. Decidieron introducirse en el granero, pero antes de entrar fueron emboscados por lobos aberrantes que salieron de entre las sombras. Los tres héroes derrotaron sin demasiada dificultad a los lobos, tan solo con algunas heridas superficiales y rasguños. Ambos enanos habían quedado rezagados, y habían dado buena cuenta de otras dos bestias.
En el pueblo la elfa recobró el conocimiento, y contó su historia. Descubrieron que un grupo de elfos Dalashianos habían estado en el pueblo hacía un semana y que uno de los elfos, Harrenhal, y el herrero del pueblo, Cohen, habían tenido un grave altercado que a punto estuvo de acabar peor. Los elfos fueron expulsados del pueblo. Ya en el bosque de Brecilia, el lider de los elfos envió a Harrenhal a una misión de reconocimiento, para que pensara en las repercusiones de su actos, pero nunca volvió. Días despues desaparecieron más elfos, hasta que al final, sucedió el ataque de las abominaciones a su campamento. En dicho ataque Eshara (así dijo llamarse la elfa) aseguró que todo su pueblo había sido capturados, al igual que ella y enviados a unas ruinas en el bosque. Consiguió escapar, aunque durante su huida había sido herida de gravedad.
El rumor de la elfa corrió rapidamente, y un grupo de aldeanos furiosos acudieron a la pequeña capilla donde los personajes se encontraban junto a la elfa. Se desarrolló una corta escena de acción en la que unos pocos aldeanos salieron levemente heridos hasta que un estallido mágico de Wallace hizo que todos los aldeanos retrocieran (tres seis en los dados, "criticazo" y activó la proeza que hacía temer a sus enemigos). Tarl, el guardia del pueblo, intervino a tiempo, y al final los aldeanos decidieron, sabiamente, no interferir.
Los personajes habían decidido ayudar a Eshara a salvar al resto de su pueblo, y consiguieron que dos hombres del pueblo les ayudaran. Partieron temprano hacia una nueva aventura.
En el camino encontraron un barranco, que solo se podía cruzar a traves de un tronco natural. Unos cuervos corrompidos atacaron a Wallace cuando intentaba cruzar y a punto estuvieron de arrojarlo al vacío. Por suerte el precavido mago se había atado una cuerda alrededor, salvándose. Los cuervos calleron, no eran rival para los personajes. Al caer la noche llegaron al campamento. Había evidencias del ataque del que hablaba Eshara, había sangre y signos de batalla, pero no habían cuerpos. De pronto resonaron unas risas siniestras que parecían provenir del mismo bosque, hasta que unas horribles abominaciones salieron de las sombras. Aunque al final cayeron, se cobraron la vida de uno de los campesinos además de alguna herida a varios personajes. Las abominaciones muertas desaparecieron y en su lugar yacían cuerpos de varios elfos a los que Eshara lloraba su muerte. Wallace envió al otro campesino de vuelta al pueblo, debía avisar de lo que habían visto. Siguieron las huellas y las indicaciones de Eshara, las ruinas no estaban lejos.
Llegaron a las ruinas y tras matar a 3 esqueletos y sortear alguna trampa llegaron a un sótano donde los elfos les agradecieron que los hubieran salvado. Eshara habló con Orillis, el anciano de los elfos y este les contó que Harrenhal había sido corrompido por un demonio de la cólera, y que ahora se hacía llamar Mithalen. Encontraron un lugar donde había sido llevado a cabo un ritual. Resultó ser un ritual para encerrar al demonio, Harrenhal debió haberlo liberado. Al parecer la abominación Mithalen y varios Elfos que había sometido habían ido al pueblo de Vintiver, para cobrarse una terrible venganza contra los humanos. Uno de los elfos afirmó conocer un atajo y ofreció hacer de guía. Faltaban algunas horas para el amanecer y los heroes que no habían disfrutado de descanso alguno corrian por el bosque para intentar llegar a tiempo de salvar a los aldeanos de Vintiver.
Cuando llegaron al pueblo el combate había empezado. Los aldeanos se habían unido en varios puntos intentando defenderse de las abominaciones, pero eran demasiadas. Varios cuervos corruptos caían en picado sobre los asustados aldeanos, y se habían iniciado varios incendios.
Los heroes encontraron a Mythalen, que luchaba contra el herrero, y decidieron que si acababan con él, quizás dieran alguna oportunidad al pueblo. No llegaron a tiempo de salvar a Cohen, el herrero, que recibió un duro golpe antes de que los héroes llegaran (a ninguno se le ocurrió intentar ayudarle... estos héroes :P). Xavier y Davies arremetieron cuerpo a cuerpo contra la abominación, que les hacía frente a ambos, mientras Wallace se vio obligado a ayudar a unos niños que habián quedado atrapados en un incendio.
El tiempo pareció paralizarse, mientras un grito ensordecedor hizo que todo el pueblo se tapara las manos. Al grito de Mythalen se les unió el del resto de las bestias, hasta que todas abrieron la boca soltando un vaho verde que se convirtió en una bruma verdosa que rodeo la zona, hasta que Mythalen abrió la boca y un rayo de luz salió disparado, disolviendo la niebla.
Cuando los héroes se dieron cuenta, Mythalen y las abominaciones habían desaparecido. En su lugar habían varios elfos heridos o desconcertados, y el cuerpo de Harrenhal a sus pies. Habían ¿derrotado al demonio?...
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