23 de noviembre de 2011

The Elder Scroll V: Skyrim

Hace ya algunos meses que mi vicio por el mundo de los videojuegos vive una crisis. A penas juego unas 6-8 horas semanales, que para algunos serán suficientes pero bastante lejos de mis estadísticas habituales, bastante superiores. Hasta hace unos días, desconocía a que podía deberse. Quizás la falta de tiempo, quizás solo una racha, quizás estaba cambiando... el hecho era que jugaba cada vez menos, y normalmente prefería hacer otras cosas.

Este domingo estube convaleciente, y no se si es que en algún momento entre las arcadas, los mareos y los restos de comida que salían expulsados de mi boca vi mi vida pasar ante mis ojos, o si sencillamente a las horas de estar tumbado en el sillón con dos mantas, y subir al ordenador un rato, probé el juego del año... La cosa es que empece y no puedo parar.




Skyrim es una más que digna continuación de la aclamada saga de The Elder Scroll, la quinta entrega, para ser exactos. No jugué a las tres primeras, pero sí que jugué a Oblivion y me pareció un auténtico juegazo. ¿Probaste Oblivion? ¿Te gustó? Pues Skyrim es parecido, solo que infinitamente mejor.

La historia del juego te atrapa desde el primer minuto. Da gusto ver la ambientación nórdica, el aspecto y caracter de los personajes o la belleza de los paisajes, cuidades y castillos. No es dificil meterse en situación, de hecho lo dificil es abstraerse de ella y pensar en otra cosa. A los pocos minutos de empezar a jugar, comienza la acción. No desvelaré nada de la historia, solo diré FUEGO, mucho fuego.

Tras la introducción empezará tu periplo por las tierras de Skyrim. Una vez más tendrás la decisión de hacer lo que desees en cada momento. Seguir la historia principal, dejarla de lado para explorar, buscar misiones secundarias, o simplemente disfrutar de las vistas mientras recorres los páramos helados de las tierras norteñas. La libertad que ofrece (o la falsa libertad, teniendo en cuenta que al fin y al cabo, seguirás uno de los guiones establecidos, sea antes o despues) o mejor dicho te hace sentir es absoluta. Sientes que tienes dominio de la situación, que aceptas uno u otro bando, según lo deseas. La caracterización del personaje también está muy lograda. Dista mucho un guerrero de armaduras pesadas y armas a dos manos, de un combatiente sigiloso ducho en las artes del sigilo y el asesinato, ya no digamos comparado con un mago.

Los cambios horarios, la transición del día y la noche, el clima (las tormentas son increibles) y el mundo que te rodea en general te dejan casi sin habla, exceptuando algunas animacines del personaje, que carecen de realismo (ya se ha visto en entregas anteriores u otros juegos de la compañia como Fallout).

Por último y no menos importante, están las épicas batallas contra los dragones. Ayer cayó mi segundo dragón (el primero en solitario) y anoche estuve a punto de abatir el tercero (el muy canalla se alejó y no pude seguirle... vamos que huyó). No me canso de estas épicas y duras batallas, sencillamente brutales, más aún acompañada de la banda sonora que pone los pelos de punta. Además los dragones llevarán a otra parte increible del juego, los gritos (si, el nombre es bastante cutre, o al menos así me lo pareció en un principio). En el juego aprenderás el lenguaje de los dragones, y las palabras serán muy poderosa, con efectos mágicos debastadores.

Pero no pierdas el tiempo leyéndome. En serio, consigue este juego como sea, no te arrepentirás (a no ser que seas un hereje que no merece vivir) es el único juego que ha eclipsado a mi aclamado Uncharted dejándolo de lado su tercera parte (recientemente adquirida también). Yo solo sé que ahora mismo, solo deseo que pasen las horas del día y poder acomodarme frente al ordenador, disfrutando de las aventuras de Dolgard, Sangre de Dragón, Capa de la Tormenta, miembro de los Compañeros (con todo lo que ello conlleva, lo sabrás cuando juegues), miembro del círculo de magos y enviciado supremo.

Por cierto... ¿Para cuando TES VI?

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